Ciencia
Boeing usará instalaciones de la NASA para fabricar nuevas naves
El fabricante aeronáutico estadounidense Boeing usará las instalaciones de la NASA en Florida para fabricar nuevos vehículos comerciales de transporte de tripulación con capacidad para un máximo de siete personas, según un acuerdo divulgado hoy.
EL UNIVERSAL
lunes 31 de octubre de 2011 12:38 PM
Washington.- El fabricante aeronáutico estadounidense Boeing usará las instalaciones de la NASA en Florida para fabricar nuevos vehículos comerciales de transporte de tripulación con capacidad para un máximo de siete personas, según un acuerdo divulgado hoy.
El acuerdo permitirá a Boeing utilizar los hangares de la agencia espacial estadounidense en el Centro Kennedy, en Florida, y crear 550 puestos de trabajo durante los próximos cuatro años, detalló la NASA en un comunicado.
El objetivo del programa de transporte comercial de la NASA es desarrollar nuevos vehículos para llevar personas desde y hacia la Estación Espacial Internacional (EEI) de una manera "segura, fiable y rentable", reseñó Efe.
En ese marco, Boeing desarrolla una cápsula reutilizable para transportar al espacio hasta un máximo de siete personas o una combinación de personas y carga.
"No debemos cejar en la búsqueda de la nueva generación de la exploración espacial", subrayó en el comunicado Charles Boden, director de la agencia espacial estadounidense.
La NASA retirará(retiró) este año los dos últimos transbordadores de la flota de cinco con los que ha enviado tripulación y carga a la EEI durante treinta años.
El problema es que no tienen un sustituto y hasta que lo encuentren serán las naves rusas Soyuz y Progreso las que abastezcan el complejo espacial, en el que participan 16 países.
En abril pasado, la NASA anunció acuerdos con cuatro empresas que recibirán entre 22 y 92 millones de dólares para desarrollar el transporte espacial y diseñar los vehículos de lanzamiento y las naves espaciales del futuro.
Los seleccionados fueron: Blue Origin, que recibirá 22 millones de dólares; Sierra Nevada Corporationo, 80 millones de dólares; Tecnologías de Exploración Espacial (SpaceX), 75 millones de dólares; y Boeing, con 92,3 millones de dólares.
Adiós al cometa Elenin. La roca que tanto ha dado que hablar en los últimos meses se ha pulverizado. Se ha convertido en confeti espacial. El cometa que según los agoreros alumbraría la llegada de grandes catástrofes planetarias se ha partido en trozos muy pequeños, pequeños grumos de hielo y polvo, según informa la NASA. Este imperceptible rastro de partículas permanecerá en la misma ruta que el cometa original, completando su ordinario viaje alrededor del sistema solar interior este mismo otoño.
«Elenin ha hecho lo que los nuevos cometas hacen cuando pasan cerca del Sol el 2% de las veces: se ha roto», explica Don Yeomans, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California. «Los cometas están compuestos de hielo, roca, polvo y compuestos orgánicos y pueden llegar a tener varios kilómetros de diámetro, pero son frágiles y débilmente unidos como bolas de polvo», dice el científico. Así que no hace falta mucho para que un cometa llegue a desintegrarse y, una vez que se rompe, «no hay esperanza de reconciliación».
Los restos de Elenin también actuarán como los de otros cometas rotos. Como una nube de escombros, seguirán un camino bien conocido fuera del sistema solar interior. «Después de eso, no vamos a ver los restos del cometa Elenin por estos lares durante al menos casi 12 milenios», apunta Yeomans. Doce mil años puede ser mucho tiempo para los terrícolas, pero para estas rocas congeladas, una docena de milenios más o menos es «un paseo por el parque celestial». Hay que tener en cuenta que el cometa Elenin se acercó a 72 millones de kilómetros del Sol, pero llegó de muy lejos, de la Nube de Oort, en el exterior del sistema solar.
Terremotos y otros desastres
El cometa Elenin fue avistado el pasado diciembre, cuando el Sol reflejado en el pequeño cometa fue detectado por el astrónomo ruso Leonid Elenin de Lyubertsy. También conocido por su nombre astronómico, C/2010 X1, Elenin se convirtió rápidamente en una especie de celebridad para los blogueros de internet y comenzó a circular el rumor de que el cometa podría ser responsable de una buena cantidad de desastres en nuestro planeta.
Internet se inundó de especulaciones sobre pronósticos de terremotos y otros desastres que algunos achacaban a los efectos gravitatorios de Elenin sobre la Tierra, algo absolutamente absurdo. «No puedo adivinar por qué este cometa se convirtió en una sensación tan grande en internet», reconoce Yeomans en la web del JPL. «La realidad científica es que la influencia de esta pequeña roca de hielo de tamaño modesto sobre nuestro planeta es tan increíblemente pequeñas que mi automóvil ejerce una mayor influencia gravitatoria sobre la Tierra de lo que jamás hizo el cometa. Esto incluye la fecha en que estuvo más cerca de la Tierra (16 de octubre), cuando los restos del cometa llegaron a una distancia mínima de unos 35,4 millones de kilómetros».
Elenin puede haberse ido, pero Yeomans sabe que siempre habrá alguien dispuesto a evocar alguna forma de «espíritu diabólico» en algún otro objeto cercano a la Tierra, igualmente oscuro y científicamente poco interesante. Hasta que eso ocurra, respecto a Elenin solo puede decirse que ha desaparecido y es «un excometa».
Sin amenazas creíbles hasta la fecha